En su predica, cita con infulas una temeraria e hipócrita "renovación partidaria" cuando en sus anales y escuetos antecedentes se encuentra el "haber acompañando a Gustavo Posse en las internas partidarias". Nada más alejado de ser un actor incipiente.

Vaya contradicciones resultan de este ególatra que hoy en día, acusa sin razón a nuestro partido de " misógino", "que se resiste a los jóvenes" y en el "que prima la mirada pequeña de la política". Vaya que paradoja si en nuestras filas militantes, afloran nuestras mujeres empoderadas y decididas a seguir conquistando espacios. Y sobre todo que yerro y gran desatino hablar de juventud cuando quedará en la retina y memoria colectiva, el día en que una patota de mafiosos y meros delincuentes, actuaba con extrema fiereza y violencia contra nuestros jóvenes militantes en una elección partidaria convocada en nuestra comité.

Esboza en su pobre columna que "en más de una ocasión ( en el Senado) tengo más coincidencias con hombres y mujeres de las fuerzas aliadas que con los propios". Dejeme decirle que no me sorprende en absoluto, ya que si de principios egrimimos , usted carece llanamente de ellos y más aún si traemos a la memoria de que usted fue afiliado al Frente para la victoria desde el año 2003 al 2008 (?).

Agrega descaradamente que con las PASO evitamos "Un oficialismo kirchnerista fortalecido frente a esa fragmentación". Esto nos induce a soslayar que su frase no quedo en meras alocuciones, sino que favorece la fragmentación en un hecho verdaderamente cruel, perpetrado desde el odio más rancio hacía las bases históricas de la unión cívica radical. Porque como decía nuestro prócer Arturo Illía "No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender".

Su inutil actuación inunda de desconfianza el liderazgo que usted vanamente pregona, y atenta de groso modo a nuestra coalición de Juntos por el Cambio, que tanto nos costó promover, constituir y sobre todo consolidar hasta la fecha.

Rechazo su idea de que lo nuestro recae solo en una mísera institución. Le digo que es algo más grande que ello, que acá reside una gran familia partidaria constituida por militantes que en forma anónima y desinteresada, profanan un basto sentimiento popular, bañada de un firme ímpetu de gloria, sin lugar a vanidad ni lujuria alguna. Solo la voluntad integra e inquebrantable de querés cambiar las cosas, luchar contra las injusticias, proveer a a la defensa nacional, a través de una maraña de dirigentes que patean la calle, sabiendo que sus principios y banderas son intangibles y resisten todo tipo de seducción política contraria, de la cual usted a sucumbido.

Usted Martín, lleva al militante al desconcierto, prolifera verbos en su descontento y suma a su desorganización. Alega que la UCR detenta " un complejo de minoría" y que se contenta "con ser testigos privilegiados de la historia y no protagonistas para torcer el rumbo de decadencia" cuando son sus irresponsabilidades políticas las que desencadenan estos vaticinios fatídicos y funestos, desconociendo y ninguneando los labores de aquellos actores que a capa y espada, defendieron el partido en tiempos duros.

Se pronuncia sobre el Bloque evolución rezando que viene con "una renovación dirigencial y de metodologías". Pregunto: esa nueva metodología esta basada en el apriete, en el atropello, en el hostigamiento, la violencia, las amenazas, la cual hicieron mella en nuestra faccion etaria el pasado Viernes? Digo porque si no lo sabía, eran barras bravas la que entraron.
Esto involuciona, lástima y refleja el grado de peligrosidad que su persona tiene ante nuestra institución.
Cumple como fiel lacayo, las intrépidas intrucciones de su mandante, cuyo fin es nuestra destrucción partidaria.

Hoy el partido está de pie, salió del oscurantismo y se propone a no constituirse más como furgon de cola. Hoy demostramos que a la unión cívica radical se la respeta, se la dignifica y si usted en su breve estadía no lo puede inferir o comprender, le propongo que abandoné estos colores y vuelva a kirchnerismo, y no banalice ni utilice a su antojo y piacere, despotricando sin suerte, a aquellos quienes le permiten ahora, disfrutar de este presente.