Pero también expresó en el ámbito internacional la acción que Milei viene llevando adelante en su administración desde el primer día, con la eliminación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, del Instituto contra la Xenofobia y el Racismo (INADI) y el repliegue del Estado de esas áreas.
Lo cierto es que la decisión de no adherir a la declaración abrió un nuevo foco de conflicto del gobierno de Javier Milei y el de Luiz Inacio Lula Da Silva, que es anfitrión de la próxima reunión de presidentes, que se llevará a cabo en la Cidade Maravilhosa el 18 y 19 de noviembre. “La Presidencia Brasileña del G20 Igualdad de Género y Empoderamiento de la Reunión Ministerial de Mujeres señala que todos los miembros del grupo excepto Argentina estuvo de acuerdo con el contenido del siguiente texto”, se puede leer en el documento al que accedió Infobae y que confirma la disidencia.
El “no apoyo” de los representantes libertarios generó tal malestar que una funcionaria de Itamaraty -la Cancillería brasileña- emitió una crítica tan ácida como inusual. “Cuando la extrema derecha avanza, las mujeres pierden. Argentina, único país del G20 que no se suma al consenso sobre igualdad de género. Presidencia brasileña firme en su posición de que la igualdad no es negociable”, publicó en su cuenta de X Vanessa Dolce de Faria, Alta Representante para Temas de Género del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño.
La dura reacción brasileña no se da en el vacío, sino que profundiza la constante tensión que hay entre Brasilia y Buenos Aires por presidentes que son el agua y el aceite en las formas y en el fondo, en las ideas y en el día a día de la gestión. Milei y Lula vienen teniendo una mala relación, equivalente a la que tuvieron antes Jair Bolsonaro con Alberto Fernández. Esos estilos y cosmovisiones diferentes siempre encuentran oportunidades para manifestarse. Y en el encuentro de Río, preparatorio del encuentro de presidentes del mes que viene, encontraron el escenario ideal.
Pero lo cierto es que la posición de los enviados de Milei no sólo confronta con el gobierno del PT. Sino también con todo el G20, países que representan el 85% del PIB mundial, más del 75% del comercio mundial y alrededor de dos tercios de la población mundial. Forman parte de ese bloque Alemania, Arabia Saudita -que suele tener reproches por el trato que reciben las mujeres-, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía y dos bloques: la Unión Europea y la Unión Africana.
Fuentes calificadas del ámbito diplomático dieron su versión de los hechos: “No es cierto que no apoyemos la igualdad de género. Sí es cierto que no se acompañó el documento por ciertos conceptos que no se compartían, como identificar las acciones de cuidado familiar como un trabajo e involucrar en el pago de ingresos al Estado”. Además, agregaron que también hubo diferencias con la mención de los denominados “derechos reproductivos, que es un concepto que el gobierno no quiere impulsar en el orden internacional”.
En el documento que elaboró el Grupo de Trabajo sobre Empoderamiento de las Mujeres del G20 y que se presentó el viernes pasado, titulado “Declaración del Presidente sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres”, se establecieron una serie de recomendaciones de políticas.
“Nos comprometemos a promover el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en las prioridades acordadas durante la Presidencia brasileña: promover la igualdad de género, la autonomía económica y la economía y los sistemas de cuidado del cuidado; eliminar la misoginia y prevenir y poner fin a la violencia de género; e impulsar acciones climáticas sensibles al género”, afirmó el documento, de acuerdo a la información difundida este fin de semana por el gobierno de Lula.
Las recomendaciones contenidas en el documento “deben guiar la declaración de los líderes que será discutida por los presidentes de los miembros del G20 en la cumbre de los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro”, se indicó. A esa reunión está previsto que vaya Milei, en la que sería la primera oportunidad que deberá verse cara a cara con Lula. Es que en el último encuentro que compartieron ambos, en el G7 que se realizó en Italia, la anfitriona fue Giorgia Meloni, y los presidentes de Brasil y Argentina lograron evitarse.
Fuente: Infobae