“La actual administración municipal no le dice la verdad al ciudadano, y especialmente al que toma diariamente el colectivo. Tampoco nos dice a los concejales, sobre todo de la oposición, lo que realmente está pasando con el transporte público de pasajeros”, apuntó.

 En el mismo sentido, sostuvo que si el Departamento Ejecutivo quisiera solucionar el problema de fondo tendría que poner las cosas en claro y habilitar una discusión en donde se encuentren representadas todas las partes interesadas en el tema.

 Domínguez refirió que “el estudio de costo que se hizo en agosto es una burla, porque comparado con igual trabajo del año pasado, se infiere que hoy viaja menos gente en el transporte público, y que determinados costos del boleto reflejan una deflación, algo imposible de sostener cuando vemos que todas las cosas aumentan y no vuelven a su precio anterior”.

 Sobre dicho trabajo, aseveró que refleja ítems que indican bajas en sus costos, “algo que es totalmente irreal”. “Aquí hay un contrato de concesión que se debe cumplir. El Estado municipal debe controlar y las empresas tienen que allanarse a las reglas del juego previamente acordadas. Hoy tenemos un municipio que abandonó a los vecinos”, lamentó.

 Más adelante, refirió que no hay certezas con el futuro de la tarifa del servicio. “Entiendo y quiero creer que el que empieza a regir hoy es el último aumento de este año. Y digo esto porque el año pasado, cuando el bloque oficialista aprobó la ordenanza, se incorporó en la misma un artículo para readecuar la tarifa hasta un 25%, que según el radicalismo llegó a utilizarse solo un 10% hasta ahora”, reflexionó.

 Siguiendo esa línea, dejó abierta la posibilidad de alguna otra sorpresa negativa hasta fin de año. “No vaya a ser cosa que la bancada del partido gobernante salga diciendo a fines de este mes que se va a aplicar el porcentaje restante”.

 Luego advirtió que con la composición actual del Concejo Deliberante, donde la mayoría la ostenta el radicalismo, la municipalidad no envía información y solo pide que se aprueben las ordenanzas que le conviene, pasando por alto el debate parlamentario y las opiniones de los verdaderos actores del transporte público.

 “No nos dan explicaciones sobre el motivo del aumento y encima no fundamentan nada. Descuidan a los vecinos y hacen omisiones terribles para justificar los incrementos, además de regirse por un estudio de costos que es vergonzoso por donde se lo mire”, finalizó.