A través un comunicado conjunto, las cámaras del sector afirmaron que la negativa del gobierno a actualizar el precio de referencia no hace otra cosa que contribuir a la destrucción de la industria nacional de biodiesel "beneficiando así los intereses de las empresas petroleras".
Afirman que "la totalidad de las empresas de biodiesel continúan paralizadas" debido a que no es posible producir con el precio fijado por el Gobierno. Ese valor -explican- resulta insuficiente para cubrir la compra de la materia prima y los demás costos de producción.
Desde las cámaras dicen que unas 28 empresas de biodiesel -instaladas en Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Entre Ríos y Santiago del Estero- no trabajan desde hace más de cinco meses, colocándolo al sector en un estado de "situación terminal".
Además, retomaron las declaraciones del gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, quien pidió a Alberto Fernández que privilegie a las empresas y provincias petroleras por sobre las productoras de biocombustible". Para las empresas de biocombustibles esas palabras "aclaran el sentido de las inacciones que, desde hace un año, viene ejerciendo el gobierno nacional".
"Queda más que en evidencia quiénes son los privilegiados con la decisión de dejar fundir a las empresas pymes del biodiesel de todo el país. Nuevamente ganan los poderosos de siempre, constituyendo un falso progresismo", dice el comunicado.
El texto lleva la firma de la Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustible; la Cámara Santafesina de Energías Renovables y la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados.
Por ley las petroleras tienen que comprarles a los productores el bioetanol y el biodiésel fijado por cupos para realizar la mezcla obligatoria. En el caso del gasoil las refinerías realizan un corte de 10%. En las naftas la mezcla es de 12%.
De fondo, el malestar de las petroleras tiene que ver con los cuantiosos beneficios fiscales otorgados a empresas como Bunge, Aceitera General Deheza y Vicentin para la construcción de plantas productoras de biocombustibles. Argumentan que el régimen de promoción les aseguró un mercado cautivo con exenciones impositivas.
"Resulta inentendible que Argentina, siendo uno de los principales productores mundiales de biodiesel, no cumpla desde hace más de ocho meses con los porcentajes legales de corte obligatorio", dice el texto en el que advierten además que eliminar el corte obligatorio de biodiesel le generará al país una salida de divisas por más de USD 500 millones.
Sobre fines de noviembre, el Senado aprobó -y giró a Diputados- la prórroga hasta diciembre de 2024 del régimen de promoción de la industria de los biocombustibles, que está vigente desde 2006 y apuna a que reemplacen en forma paulatina a los fósiles.
La ley fue aprobada por unanimidad, pero senadores de todos los bloques reclamaron diseñar una norma integral y actualizada, algunos para aumentar la producción y evitar importaciones de combustibles y otros para garantizar que sea sustentable y aporte al combate contra el cambio climático.LPO
